Este artículo lo publiqué en el número 59 de la Revista de Museología y nació de un debate que moderé en el Campus Gutenberg de la Comunicación Científica el 12 de Septiembre de 2013. En el debate estaban representados importantes museos corporativos de Barcelona, tales como el Barcelona Roca Gallery, el Museo Grifols, el Museo Agbar de las Aguas (Cornellà) o el Museo del Cobre (Masies de Voltregà).
Paradójicamente, mientras algunos escépticos ponen en duda la viabilidad del museo como equipamiento cultural por el que apostar en el contexto actual de crisis económica, la empresa privada descubre en el lenguaje museográfico un recurso alternativo de comunicación con sus públicos y clientes: el museo de empresa o museo corporativo es una realidad cada vez más presente. Resulta verdaderamente estimulante para el sector de los museos el hecho de que la empresa privada –que habitualmente debe regirse por criterios de eficacia y excelencia- apueste por el museo, pues esto sólo puede leerse como una constatación de la eficacia comunicativa del lenguaje museográfico en el más amplio sentido. Por su parte, la empresa privada refuerza con el museo corporativo su papel como actor social de pleno derecho, ya que puede conseguir sus objetivos comunicacionales realizando a la vez una importante aportación cultural a la sociedad.
Bajo distintas denominaciones más o menos explícitas, algunas empresas importantes están creando nuevos espacios básicamente museísticos con los que pretenden dar a conocer sus productos, servicios o valores de un modo alternativo a los canales tradicionales de comunicación. A pesar de que algunos de estos establecimientos usan distintas denominaciones, estos espacios pueden identificarse en sentido general con unas características comunes: un lugar singular, con una fuerte vocación de comunicación y apertura el público, que pone en marcha una empresa privada, y en el que se usan sobre todo recursos propios del lenguaje museográfico en su estrategia comunicativa. En este sentido, el hecho de usar o no expresamente la palabra “museo” en la denominación de este tipo de instalaciones, tiene una importancia menor. Probablemente esto es algo que tiene que ver con el hecho de que este término (museo) haya perdido parte de su significado en la actualidad, quedando asociado sobre todo a un espacio que exhibe colecciones. No obstante, el significado de la palabra “museo” es en realidad mucho más amplio, y definiría perfectamente en cualquier caso lo que estos nuevos espacios pretenden.
En este artículo se pretende dar a conocer cinco centros concretos y sus particularidades comunes, profundizando en este caso en los réditos que el museo de empresa ofrece a las corporaciones. Es importante destacar que en ningún caso se hará referencia en este artículo a empresas privadas que auspician museos, sino siempre a empresas privadas de base científica o tecnológica que han optado por comunicar lo que hacen también a través de espacios propios en los que se usa el lenguaje museográfico[1].
Museu Grifols (Barcelona)
Grifols es una empresa del ramo hospitalario y farmacéutico creada en 1940. Desde entonces la empresa ha mantenido la filosofía de coleccionar los distintos instrumentos y materiales propios de su ejercicio empresarial, a medida que se iban utilizando y sustituyendo. Esto hizo acumular a la empresa un importante patrimonio tecnológico-histórico en pocos años.
Precisamente, el propósito de catalogar todo este patrimonio configura la primera intención de dar forma a un museo. De forma muy paulatina, la empresa va desarrollando y consolidando la idea del museo, el cual es finalmente inaugurado en 1997; ubicado precisamente en el lugar donde nació la empresa en 1940. La salida de Grifols a bolsa en 2006 dispara la demanda de visitas y, en el año 2008, el museo ya había recibido tres mil visitantes. Ese mismo año tiene lugar una amplia renovación del museo.
En sus sólo ciento cincuenta metros cuadrados, el Museo Grifols hace un recorrido muy completo por un tema apasionante y poco conocido como es el mundo del tratamiento de la sangre humana en aplicaciones clínicas; la singularidad de su temática es sin duda uno de sus grandes activos. En la actualidad las visitas son concertadas, aunque el museo aspira a aumentar su capacidad de absorber más visitantes a medio plazo.
El museo cuenta con una amplia cobertura en Internet, y es posible realizar visitas guiadas y libres virtualmente. España no es el único lugar donde Grifols tiene su propio museo, ya que en Los Ángeles (USA) alberga un segundo museo desde 2012.
Museo Agbar de las Aguas (Cornellà de Llobregat, Barcelona)
En 2004 nace el Museu Agbar de las Aguas, que ocupa los edificios modernistas de la Central Cornellà, la planta que la empresa Aguas de Barcelona inauguró en 1909 para extraer agua del acuífero del Baix Llobregat y abastecer así a la ciudad de Barcelona. Hoy en día, la Central Cornellà sigue haciendo la misma función que hace un siglo, y la instalación hidráulica de vapor original convive con las modernas bombas de impulsión. Así pues, el museo es también, al mismo tiempo, una industria en funcionamiento; un lugar donde pasado y presente se entrelazan sobre un sustrato común: el agua subterránea.
Su misión es conservar, dignificar e interpretar el patrimonio industrial y arquitectónico de primer orden que le ha sido legado. A la vez también pretende captar a los diferentes públicos y divulgar el conocimiento del agua, base de la vida, junto a los valores ambientales y culturales asociados, en pro de una sensibilización para un desarrollo sostenible. Por fin, el museo pretende ofrecer plataformas de cooperación y diálogo con los diversos agentes de la sociedad. Un espacio de apertura a la ciudadanía, con un estrecho compromiso con el territorio.
El museo combina una colección extraordinaria de arqueología industrial en perfecto estado, con módulos interactivos al estilo de la museología científica contemporánea; un espacio singular con gran cantidad de superficie externa que permite articular las visitas escolares con la máxima comodidad. Cabe destacar la calidad de sus construcciones: tanto el edificio principal como el antiguo depósito de agua (un enorme espacio hoy reconvertido en sala de exposiciones) son obra del arquitecto modernista Josep Amargós i Samaranch.
El museo de Cornellà se ha configurado como un espacio de referencia en la museología científica dedicada al agua, pues ésta es una temática que articula varios museos de ciencia en España, como es el caso del Museo de la Ciencia y el Agua de Murcia. Corporativamente se ha configurado como todo un emblema de la compañía.
Museo del Cobre (Les Masies de Voltregà, Barcelona)
El Museo del Cobre se encuentra en las instalaciones de La Farga, en un antiguo edificio modernista de principios del siglo XX. Fue inaugurado en el año 2008 con motivo de la celebración del bicentenario del nacimiento de La Farga Lacambra, una de las empresas del grupo familiar La Farga. El Museo divulga mediante distintos recursos, el conocimiento, el uso y las aplicaciones que La Farga ha hecho del cobre a lo largo de su historia a nivel industrial, económico y ambiental, así como los valores de la empresa: un aspecto este último que se consideraba fundamental en la corporación al fundar el museo. Desde 2008 el museo ha recibido ya más de veintiséis mil visitas.
Como sede para el nuevo espacio museístico, La Farga apostó por la restauración de una antigua torre situada al lado de las instalaciones industriales de la empresa: la antigua residencia de los condes Lacambra. Actualmente, el Museo del Cobre ofrece planes didácticos y visitas guiadas adaptadas a los niveles académicos de los grupos escolares de primaria, secundaria y bachillerato, ciclos formativos y universidades.
Debido a estar el museo tan próximo a la planta, ha sido posible instalar una pasarela que transcurre por encima de la planta de producción, cosa que permite a los visitantes disfrutar en directo de la actividad industrial real de la empresa.
Barcelona Roca Gallery
Los Roca Galleries son parte de la estrategia internacional de Roca y un concepto que expresa la realidad actual y sus retos de futuro. Diseño, innovación, sostenibilidad y bienestar son valores de Roca y que los Galleries transmiten, manifestando a su vez la voluntad de la marca líder en espacios de baño por mantener un diálogo constante con el conjunto de la sociedad y, especialmente, con aquellos profesionales con los que comparte la inquietud y el interés por evolucionar el espacio de baño. Los distintos Roca Gallery vehiculan esta voluntad ofreciendo un punto de encuentro y espacio de diálogo abierto a interioristas, diseñadores y arquitectos de todo el mundo. Zaha Hadid Architects en Londres; Francesc Rifé Studio en Shanghái, el estudio de arquitectura OAB de Borja, Lucía y Carlos Ferrater en Barcelona; el Estudio de Arquitectura Lamela en Madrid y el estudio Ferruz Decoradors en Lisboa han plasmado esta visión en centros que aúnan atractivo estético y expresión de los valores de la marca.
Roca, líder mundial en espacios de baño, ha apostado por estos nuevos espacios emblemáticos como lugares donde llevar a cabo actividades sociales, culturales y expositivas. En Barcelona, el innovador edificio, todo un referente arquitectónico mundial, tiene la voluntad de convertirse en un nuevo espacio abierto a la ciudad donde aprender, experimentar y descubrir el mundo que rodea al espacio del baño, ofreciendo un estilo de comunicación que converge con el propio del lenguaje museográfico.
Los Roca Galleries combinan cuatro vertientes de actuación: show room de los productos más innovadores de Roca; sala de exposiciones; gestión de cesión de sus espacios y, para acabar, organización de eventos.
Centro de información de la Central Nuclear de Ascó (Tarragona)
Acoger, mostrar y explicar son los tres principios básicos de este espacio museístico que tiene por objetivo hacer de la ciencia y la tecnología nuclear una temática mejor conocida para todos los públicos. Desde su apertura ya ha recibido unos seis mil visitantes.
El Centro de Información de la central nuclear de Ascó abre sus puertas en 2011 tras dos años de intensos trabajos. La intención es poder acercar a la sociedad aspectos generales acerca de la energía eléctrica, las radiaciones nucleares, la seguridad y la protección de las personas. También pretende divulgar en particular algunos de los elementos más significativos de las instalaciones nucleares, tales como la cavidad del reactor, la sala de control o la piscina donde se almacena el combustible consumido. Una de las razones principales de la creación de este espacio, tuvo que ver con la gran problemática de seguridad que entraña visitar una central nuclear, cosa que haría impracticable acercar esta actividad industrial al gran público.
El Centro de Información tiene dos plantas distribuidas en unos mil metros cuadrados, con más de veinte módulos interactivos. En la planta baja se tratan aquellos aspectos más generales de la energía y las radiaciones electromagnéticas, mientras que en la segunda planta los módulos están directamente relacionados con la central nuclear de Ascó. El espacio cuenta además con salas polivalentes para realizar exposiciones temporales y también dispone de un auditorio.
Ciencia y sociedad.
Existe un sentimiento creciente de responsabilidad de la empresa contemporánea para con la sociedad, que se refleja en las corrientes de pensamiento más actuales y en las tendencias de gestión más innovadoras.
El programa de financiación europea Horizonte 2020 establece el marco favorable para que los sistemas de investigación e innovación afronten una nueva relación entre ciencia y sociedad. En este contexto se ha ideado el proyecto de investigación RRI Tools para desarrollar las herramientas formativas necesarias para orientarse hacia una investigación e innovación que que tengan plenamente en cuenta a la sociedad. En el marco de este concepto de Investigación e Innovación Responsables (RRI), la empresa actual comprende y asume el valor de divulgar, tanto sus valores como los productos de su trabajo de investigación e innovación, a fin de conseguir aumentar el grado de aceptabilidad social de sus productos y facilitar así una verdadera y plena inserción en la sociedad de los productos de la innovación. Esta vocación divulgadora penetra también en la investigación que se produce en el marco universitario. De cara a un futuro inmediato, al investigador se le exigirá publicar los resultados de su investigación no sólo en revistas especializadas, sino también en publicaciones divulgativas (Conferencia de Octavi Quintana el 7 de Febrero de 2011 en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona).
En Marzo de 2014 tuvo lugar la edición del Science Center World Summit, ese año en Mechelen, cerca de Bruselas. Este prestigioso congreso mundial de museos de ciencia, tradicionalmente viene redactando una declaración al cierre de cada una de sus ediciones, que se bautiza generalmente con el nombre de la localidad anfitriona. Este año, la Declaración de Mechelen habla explícitamente de la importancia que para el moderno museo de ciencia tiene la divulgación de las tareas de investigación; un aspecto en el que el museo científico puede asumir un papel indiscutible. Dice la declaración en su propósito sexto para los museos de ciencia: Involucrar al público de manera más directa con la investigación, orientando este compromiso como una contribución hacia la formación de las personas, aumentando la amplitud de miras y asegurando que el trabajo de las universidades y las instituciones de investigación es verdaderamente relevante para la sociedad y para concebir los retos sociales a escala global. En este sentido, parece evidente el largo recorrido que puede tener el museo corporativo, como caso particular de museo científico lleno de perspectivas de futuro.
El museo corporativo y su empresa.
La relación de la empresa con la sociedad se ha convertido en todo un compromiso para la corporación de hoy en día; un compromiso que va mucho más allá de los conceptos tradicionales del marketing. Por eso, la decisión de crear un museo corporativo es una iniciativa que puede encajar a la perfección en las tendencias de gestión empresarial más vanguardistas.
A la vista de los datos recabados en estos cinco casos de estudio, la experiencia del museo corporativo es, en líneas generales, satisfactoria o incluso muy satisfactoria para las corporaciones. En general, las empresas no sólo valoran como positiva o muy positiva la experiencia de la creación de un espacio museístico, sino que sus visiones para el futuro del museo normalmente tienen que ver con ampliación de los recursos dedicados a ellos, a pesar de que en todos los casos los museos se financian prácticamente en su totalidad desde la propia corporación, sin soportes económicos externos.
Para profundizar en las causas y consecuencias de la satisfacción expresada por los museos corporativos, a continuación se enuncian algunas características generales que articulan estos cinco casos de estudio, pues ha resultado manifiesta la existencia de algunas convergencias concretas en las aportaciones percibidas en el museo por parte de la corporación. Estos aspectos, en los que se evitará particularizar, configuran probablemente los réditos más importantes que, legítimamente, una corporación puede obtener de su museo:
- 1.- El museo corporativo como emblema de prestigio: la credibilidad, el rigor y la permanencia son tres de las características del museo como institución a lo largo de la historia. El museo corporativo puede asociar estos valores tradicionales del espacio museístico con la firma: una empresa con un museo propio sugiere una trayectoria empresarial larga, sólida y exitosa.
- 2.- El museo corporativo como imagen y presencia de marca: algunas firmas pueden encontrar en el museo un factor diferencial que les destaque de la competencia. Los espacios en los que se emplea el lenguaje museográfico posicionan la marca a otros niveles y la elevan a un plano al que muchos de sus competidores no podrán acceder.
- 3.- El museo corporativo como herramienta de comunicación original: la saturación que existe en los medios comunicativos tradicionalmente empleados por las empresas, hace que las corporaciones líderes estudien alternativas menos explotadas para canalizar sus necesidades comunicativas. A este nivel, el museo corporativo puede aparecer como una opción interesante e innovadora.
- 4.- El museo corporativo como medio de comunicación de productos, servicios, I+d+i y valores corporativos: las distintas intenciones comunicativas del museo corporativo son más complejas y diversas de lo aparente. Evidentemente existe la intención de comunicar aspectos sobre los productos, servicios, modos de trabajar y, en particular, sobre los resultados del trabajo de innovación de cada corporación. No obstante, cabe destacar que uno de los factores más importantes que articula el proyecto museístico tiene que ver con el compendio de valores propios de cada empresa, haciendo hincapié en su tradición histórica y social. Estas labores comunicativas están dirigidas a públicos muy amplios que van más allá de los públicos potenciales o de los clientes, tratando de llegar directamente a los usuarios finales de los productos o servicios de las corporaciones (que no siempre coinciden con sus clientes).
- En cualquier caso y llegado este punto, es muy importante destacar que sería una aproximación muy reduccionista al mundo del museo corporativo, el tratar de entenderlo como un fenómeno meramente publicitario; como una forma evolucionada de stands o show rooms. No obstante, resulta sorprendente que en muchos casos y sin existir una pretensión determinada en este sentido por parte de la corporación, la acción del espacio museístico pueda repercutir directamente incluso en un aumento de ciertas ventas.
- 5.- El museo corporativo como espacio para el cultivo de valores empresariales familiares: particularmente en corporaciones de tradición familiar, el museo tiene también un claro exponente de espacio para el homenaje. El museo se configura en estos casos como un marco de experiencias conmemorativas y de exaltación de valores propios, que es justamente uno de los factores que conducen a los visitantes al museo en sentido general (Kotler & Kotler, 2001).
- 6.- El museo corporativo como espacio protocolario: es habitual que los directivos de las corporaciones se enamoren del museo como un lugar delicioso e ideal para celebrar ciertas reuniones de alto nivel u otros actos protocolarios de la empresa, motivo por el que en muchos museos corporativos no faltan salas de reuniones u otros equipamientos logísticos. Las propiedades naturales de un buen museo como lugar de belleza, recuerdo, emociones, estímulo e historia, son valorados en este caso por los directivos de la corporación como un gran activo para enmarcar acontecimientos empresariales, especialmente cuando éstos apelen a las reflexiones más globales de la corporación.
- 7.- El museo corporativo como escaparate de la transparencia: la transparencia es un concepto que está entrando con fuerza en el lenguaje empresarial. Hasta hace poco una idea manejada sobre todo por las entidades del sector no lucrativo, se está implantando en todos los procesos de la sociedad como un activo irrenunciable en la gestión moderna. El museo corporativo puede llegar a ser una ventana excepcional para todo tipo de labores relacionadas con una filosofía de transparencia de la empresa.
- La actividad de ciertas empresas puede generar dudas en la sociedad acerca de los riesgos que supone. Con frecuencia estas dudas pueden proceder de ideas infundadas o incompletas, o bien que se han divulgado deliberadamente sesgadas por intereses diversos. En estos casos, el museo de empresa puede ser un espacio idóneo para ofrecer información rigurosa al respecto de su actividad.
- Tras una primera reflexión, puede pensarse que cabría dudar de la objetividad de una información que está siendo facilitada por la propia empresa a su museo corporativo. No obstante, también cabe pensar que resultaría muy ingenuo por parte de una corporación moderna el pretender crear, en plena era de la comunicación, un museo corporativo propio a base de ideas deliberadamente erróneas, destinadas a tratar de engañar a sus visitantes…
- 8.- El museo corporativo como herramienta para la cohesión de plantillas: el museo corporativo es percibido por las plantillas como un gran activo propio; un activo del que el empleado se siente parte integrante: las cosas que hay y que se explican en el museo, fueron usadas y hechas por otros empleados antes que él. Los staffs perciben el museo de la empresa como todo un paradigma de la solidez, tradición y respetabilidad de la corporación para la que trabajan. En estos tiempos de incertidumbre en que vivimos, la solidez de la idea tradicional de museo configura un activo singularísimo para la cohesión y fidelización de plantillas. Es habitual que, en ciertas labores para las que el museo corporativo puede precisar de recursos humanos (visitas guiadas, talleres, etc…), personas de la plantilla, accionistas e incluso jubilados de la empresa, configuren equipos de voluntarios verdaderamente entusiastas.
- 9.- El museo corporativo como forma de la corporación de entroncar con su comunidad social más próxima: en aquellas empresas que tienen un arraigo intenso en el territorio o en la población a la que pertenecen, el museo corporativo es percibido como todo un activo social. El museo no sólo puede contribuir a dinamizar la industria turística de la localidad, sino que pone a disposición sus instalaciones para articular ciertas actividades culturales de la población del entorno más próximo, configurándose como un espacio cívico de primer orden para su comunidad.
Agradecimientos:
Este artículo no hubiera sido posible sin la colaboración del Campus Gutenberg de la Comunicación Científica de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona. Tampoco sin la amabilidad y entusiasmo de Sònia Hernández, Carme Sáez, Rosa Avellà, Nathalie Naval y Rafael Albaladejo.
A vosotros y a vuestras corporaciones, muchas gracias por confiar en la magia de los museos.
Referencias:
- KOTLER & P. KOTLER. Estrategias y marketing de museos. Ed Ariel. Barcelona, 2001
- DANILOV, Víctor. A planning guide for corporate museums, galleries and visitors centers. Greenwood Press. NY 1992.